3 pasos para pasar de la planificación a la acción
¿Recuerda la última vez que hizo algo después de leer un artículo o un libro interesante?
La gente suele tener dificultades para pasar de la planificación a la acción. ¿Por qué? Hay dos factores críticos que deben estar alineados: la mentalidad y la visión de los comportamientos.
La mentalidad correcta es fundamental. La mentalidad es el profundo reconocimiento de uno mismo que le proporciona el impulso esencial para realizar un cambio. Sin embargo, la mentalidad por sí sola no puede crear el cambio: también hay que prever cómo encajan los nuevos comportamientos en la vida diaria.
Prever los comportamientos es el proceso de ver los momentos y las oportunidades en los que se pueden aprovechar los nuevos conocimientos para crear el cambio. Si se toma el tiempo de imaginar cómo es una nueva acción, es mucho más probable que cambie su comportamiento.
Permitir los cambios de mentalidad y comportamiento es una habilidad crítica para los líderes de hoy en día, especialmente para aquellos que quieren aprovechar su equipo al máximo. Este tipo de líder se llama Multiplicador.
Un Multiplicador es alguien que cree que puede acceder a más inteligencia de su equipo aprovechando las mayores fortalezas de cada individuo. Este concepto fue creado por Liz Wiseman, autora del best seller del NYT Multipliers, un libro con el mismo nombre, que comparte la investigación sobre el tema.
El concepto de Multiplicadores pretende provocar que los líderes reflexionen y analicen el impacto que tienen en su equipo en cada momento crítico e interacción. Así, para catalizar un cambio real basado en la mentalidad y la previsión de nuevos comportamientos, es necesario:
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Reviva los momentos críticos en los que interactuó con su equipo
Considere un momento típico de la empresa: una reunión de estado de un proyecto, por ejemplo. Puede ser un momento en el que se refuerza la estrategia de la empresa, en el que se libera a un miembro del equipo para que pruebe una nueva idea o en el que se reta a un trabajador medio a ser excelente. Este es exactamente el tipo de momento en el que puede alterar su comportamiento para amplificar la inteligencia de su equipo.
Sin embargo, en el momento, es posible que no tenga la oportunidad de examinar críticamente cómo lo que dice o hace puede lograr resultados óptimos. Por lo tanto, es importante tomarse un tiempo después de la interacción o incluso imaginar anticipadamente escenarios en los que pueda ayudar a su equipo a aprovechar más su inteligencia natural.
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Identificar los comportamientos óptimos.
Antes o después de una reunión, piense críticamente en lo que se dijo y en lo que hizo cada empleado como resultado. ¿Hubo algún momento en el que podrías haber animado a un empleado a hablar? ¿O cuando el miembro de tu equipo que siempre comparte sus ideas podría haber escuchado con más atención a los demás? Pensar en estas situaciones para examinar cómo puede animar a los miembros de su equipo a aprovechar sus mejores habilidades es fundamental para mejorar el trabajo en equipo y maximizar la inteligencia.
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Practica el entrenamiento de tu equipo en un entorno sin riesgos.
Si bien es cierto que puede practicar la representación de estas intervenciones entre sus colegas, la mejor manera de ejercitar la mentalidad de los multiplicadores es en un entorno libre de riesgos, como una simulación empresarial personalizada. En una experiencia simulada, podrá revivir fácilmente los momentos críticos, identificar los comportamientos óptimos y practicarlos una y otra vez.
Pasar de la planificación a la acción es un reto importante, pero al adoptar una mentalidad de Multiplicadores, volver a vivir los momentos críticos, poner en práctica los comportamientos óptimos y practicar las intervenciones del equipo, seguro que podrá aprovechar la inteligencia de su equipo más de lo que nunca imaginó.